Ideas para mantener el entusiasmo

 “Vos querés enseñar, pero te faltan ideas. Vos querés señalar, pero esperá que te crean”. Temazo de NTVG.


Hace poco leí un hermoso texto que dice que debemos enseñar a nuestros hijos el poder de la espera. Sí, la espera activa es un regalo y nuestros niños ya no saben esperar. Pero, como todo en la vida, antes de enseñar algo, debemos aprenderlo nosotros mismos, y el hecho es que yo no sabía esperar, porque nadie espera algo con entusiasmo cuando solo está concentrado en el resultado final. 


Tenía un apego tan excesivo a los resultados que olvidaba vivir la jornada o, más bien, la dejaba pasar. Una vez mi psicólogo me dijo: “no sabes esperar a que el destino ocurra”. Y es muy probable que tuviera razón, pero también sucede que no solo no sabía, sino que tampoco quería esperar. Quería controlarlo todo y estaba tan concentrado en eso que perdí una parte importante de mis grandes experiencias: la propia experiencia en sí.


Hago un paréntesis dedicado al bueno de Hawking para decir que la palabra "entusiasmo" proviene del griego, y originalmente significaba inspiración por la presencia de Dios, o (En Theos), vivir con la presencia de Dios en uno mismo.


Parece mentira cómo un poco de etimología te puede ayudar tanto a entender la vida, ¿verdad? Y esto te lleva inexorablemente a entender la importancia de vivir el momento presente con entusiasmo, es decir, con la presencia de Dios en uno mismo. 


Y mirá ésta: en inglés, el verbo "to be" (ser/estar) se interpreta así: si soy, estoy (y no si “quiero” o si “tengo”, soy). Leelo otra vez porque me costó un huevo escribirlo. 


Pensando en todo esto, entendí entonces que solo hay una forma de disfrutar de ese "almuerzo gratis" del que habló Hawking, y es estar (estar) completamente presente en cualquier acción, haciendo uso de todos los sentidos (ser), y con el máximo entusiasmo posible. 

Sí, exactamente: todo a la vez. 


Adieu!


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