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Ideas para soltar el sufrimiento

  Hace exactamente dos años me compré y leí Una Nueva Tierra: El Despertar de tu Propósito de Vida de Eckhart Tolle, y su impacto en mi vida podría decirse que causó bastante efecto. Me hizo replantear la forma en que me veo a mí mismo y cómo me relaciono con el mundo.  Con el tiempo entendí que los libros o las ideas te encuentran cuando realmente estás listo para recibirlos. Así que para celebrar este aniversario personal, volví a revisar mis subrayados, y quiero compartir algunas de mis frases favoritas, junto con la lección más importante que aprendí: aceptar el rol que jugamos en nuestro propio sufrimiento. Según el chabón, gran parte de nuestro sufrimiento surge de la identificación con el ego —esa construcción mental basada en nuestra historia personal, pensamientos, emociones y roles sociales— y de la resistencia al momento presente. El ego también genera lo que Tolle llama el “cuerpo del dolor”, una acumulación de heridas emocionales no resueltas que alimentan el sufr...

La música que escucho

  Kurt Vonnegut escribió lo siguiente: No importa lo corruptos, codiciosos y desalmados que puedan llegar a ser nuestro gobierno, las corporaciones, nuestros medios de comunicación y nuestras organizaciones religiosas y caritativas, la música seguirá siendo maravillosa. Si alguna vez muero, Dios no lo quiera, que éste sea mi epitafio": «La única prueba que necesitaba para la existencia de Dios, fue la música». Me pasó algo raro que, cuando te lo cuente, te vas a reír, porque en realidad no es tan raro, pero me sacudió de la especie de nube negra en la que estuve metido durante semanas, si no meses: me junté con alguien optimista. Pero no de esos optimistas salames que repiten frases hechas. No. Un optimista posta, de verdad. Un tipo que realmente ve lo mejor de las personas y cree en nosotros como especie. Yo suelo inclinarme por ver lo bueno en los demás, incluso a veces más de lo necesario, creyendo en la capacidad de la gente para cambiar. Pero en los últimos años vi demasiado ...

Ideas para (no) rendirse a tiempo

  Cuando los griegos conquistaron Judea hace unos miles de años, estaban completamente obsesionados con el deporte. Igual que hoy, la popularidad y el prestigio dependían de qué tan lejos podías arrojar algo o qué tan bien podías pelear contra otro tipo. Naturalmente, los judíos quisieron sumarse a la movida. Querían ser atléticos, integrarse, ser parte de la onda helénica. Así que construyeron un estadio para entrenar y competir. El problema era que los griegos (los varones) competían desnudos y, para los judíos, esto representaba una complicación bastante incómoda porque no había manera de ocultar su circuncidada identidad. Y, al parecer, era algo que en otras situaciones se podía disimular, pero ahí, en plena competencia, no había cómo. Entonces, en un intento extremo de encajar, algunos hombres judíos decidieron revertir su circuncisión. Sí, leíste bien. Esto fue varios siglos antes de Cristo, así que no hace falta demasiada imaginación para asumir que el procedimiento era todo...

El reflejo investigador

  Cada vez que notamos un cambio a nuestro alrededor, nuestra atención hace foco en él. Y no somos los únicos en reaccionar así: en el mundo animal, esta respuesta es clave para la supervivencia. De hecho, este principio permitió a mi tocayo Pavlov desarrollar su famoso experimento con perros. Pavlov logró que los perros comenzaran a salivar al oír una campana, simplemente porque había asociado ese sonido con la comida. Lo hizo repitiendo el mismo patrón varias veces: primero la campana, luego la comida. Con el tiempo, el sonido bastaba para generarle el chorreo de baba. Pero hay algo que la gente no sabe. Pavlov solía invitar a colegas a presenciar sus experimentos, pero muchas veces, cuando alguien nuevo entraba a los caniles, los perros no reaccionaban como se esperaba. Lo mismo pasaba cuando movían a un perro de un ambiente a otro. Hasta que un día Pavlov entendió la razón: los bichos se distraían con los nuevos estímulos y desviaban su atención de la campana. A este fenómeno l...

Esmeraldas

  Es llamativo el aspecto que tiene una esmeralda antes de pasar por todos esos procesos que la transforman de una piedra verde y opaca a un anillo hermoso y brillante que alguien lucirá en sus falanges. Es como una piedra gris, aburrida, sin nada de brillo. Hay que ser un experto para no confundirla con cualquier otra piedra o cristal común. Una vez escuché la historia de un tipo que se pasaba los días buscando esmeraldas en un río que salía de adentro de la montaña. El río arrastraba las esmeraldas desde lo más profundo de la tierra y las dejaba en el lecho del río, en los recovecos de las piedras. Así que, de vez en cuando, algún buscador tenía la suerte de encontrar una esmeralda y hacer una pequeña fortuna. El proceso era sencillo. Cada día, el tipo se sentaba en el río, donde el agua arrastraba las piedras y las esmeraldas desde las profundidades. Se concentraba en las que brillaban un poco más bajo el agua. Las sacaba, las secaba para ver si tenían ese verde tan característi...

El derecho a la alegría

  El mes pasado empecé el gimnasio. Ya pasó más de un mes, así que tengo la autoridad moral para contarlo. Las dos primeras semanas fueron bárbaras, pero después de eso, lo que debería haber sido un momento de cuidado personal rápidamente se convirtió en una guerra mental.   Me acuerdo especialmente de un día que, mientras pedaleaba en la bici fija, mi cabeza me empezó a atacar: ¿En serio estás acá levantando pesas mientras el país se derrumba? Hay gente que ni siquiera puede comer, y vos dedicando horas a algo tan superficial. Mejor usá este tiempo para algo más productivo: doná tu dinero, presentale un proyecto de ley a algún concejal, o, por lo menos, pintá las carpinterías que se te caen a pedazos.   Es como si mi cerebro creyera que sentirme culpable por hacer algo para mí, contara como un acto de bondad hacia el resto del mundo. "De nada, humanidad", pensé al estilo Mafalda, "te salvé con mi culpa al hacer ejercicio". Y aunque mi supuesto “gran pecado” fue...